12 de agosto
Biblia En 365 Días
Jeremías 1-3 
Jeremías 1
Los primeros tres versículos constituyen una página de título que nombra al autor y da las fechas del período durante el cual ejerció su ministerio. El libro se abre con el relato de la llamada de Jeremías, y de inmediato revela la claridad de esa llamada y su disminución de la gran obra. Con gran paciencia, Jehová soportó el temor de Jeremías y lo alentó con palabras y signos. Es interesante notar cómo el "Yo" de Jehová fue puesto en contra del "yo" de Jeremías.
Se le otorgaron dos signos, el primero, el almendro, la vida en medio de la muerte, o la primavera siguiente al invierno. En un día en que la Palabra del Señor parecía haberse olvidado por completo, Jehová declaró: "Velo por Mi Palabra para cumplirla".
El segundo era un caldero hirviendo, el signo de la destrucción que se avecinaba. Después de estas señales, la palabra de orden divina fue pronunciada a Jeremías, y se prometió una fuerza igual a la tarea que lo esperaba.
Jeremías 2
El primer movimiento en la comisión del hombre llamado ahora comienza. Se le ordenó pronunciar un gran juicio político en los oídos de Jerusalén. Este juicio político fue triple. Primero declaró cómo Israel había abandonado a Jehová, la fuente de las aguas vivas, y sacó cisternas para sí. En segundo lugar, Israel fue acusado de pecaminosidad obstinada, se declaró el significado de su sufrimiento, se señaló la locura de sus alianzas, se expresó la culpa de su degeneración, se denunció la falsedad de su negación del pecado, la impotencia de se declararon sus dioses y se afirmó la injusticia de su protesta.
Esta sección avanza en forma de preguntas y respuestas. La acusación termina con un resumen, acusando a Israel de falta de amor, impenitencia obstinada y alianzas inútiles.
Jeremías 3
Después del juicio político, el profeta hizo un llamamiento a la gente para que regresara. Esta apelación comenzó con una declaración de que el amor de Jehová era mayor que el del hombre en el sentido de que estaba dispuesto a recibir a las personas que le habían sido infieles si regresaban a Él.
Jeremías luego señaló las condiciones de regreso, describiendo el pecado de Israel y de Judá, y apelando a cada uno por turno. Por supuesto, su mensaje fue principalmente para Judá, ya que señaló que debido a que Judá había persistido en su pecado, a pesar de todo lo que había visto de los malos resultados en el caso de Israel, su actitud era más terrible que la de Israel.
Esto es seguido por la recitación de una confesión ideal para las personas que pecan. Llorando, hacen su súplica. Reconociendo la vanidad de esperar ayuda de cualquier fuente que no sea Jehová, se vuelven a Él con la confesión de pecado.
